SEMENTE


Se não houver frutos, valeu a beleza das flores.
Se não houver flores, valeu a sombra das folhas.
Se não houver folhas, valeu a intenção da semente.



Escrito en la consulta de la doctora Saba.
Maputo, Mozambique.

CONSTRUCCIÓN





Quisiera construir un puente hasta tu corazón


Fotografía: Jean Loup Sieff

¿No ves que tú y yo somos las ramas de un árbol?
Con tu alegría viene mi risa;
con tu tristeza brotan mis lágrimas.
Amor, ¿Podría ser la vida de otra manera
para tí y para mí?

Tsu Yeh (265-316 d. C.)


Fotografía: Gerald Bloncourt
EL AMOR ES UNA CUMBRE




Mario Benedetti
Fotografía: Mario Giacomelli
PACIENCIA



Sólo con una ardiente paciencia
conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz,
justicia y dignidad a todos los hombres.
Así la poesía no habrá cantado en vano.
Pablo Neruda
Fotografía: Mario Giacomelli

AMOR POR SMS

acordei tarde
quando a chuva caminhava no céu

hoje é um dia frio de primavera
estou com vontade de viajar dentro de mim
envio amor voador para ti




Fotografía: Mario Giacomelli



REALIDAD



Nosotros vemos las cosas,
no como son,
sino como somos.
HM Tomlinson

Fotografía: Eliot Erwitt
CRUDO INVIERNO


como un árbol
sin pájaros en las ramas
con la sangre
adormecida por el frío
y el brillo del cielo
resbalándome desnudo
oteo los periplos de las nubes
y creo reconocer en sus engaños
señales con olor
a primaveras
Fotografía: Stanko Abadzic
MENSAJE EN BOTELLA PARA UN MARINERO





Senta-te ao meu lado. Ouves? Navego, com a voz,
as tuas veias. Percorro o teu corpo por dentro:
a alma, as ravinas dos sentidos. Chego-te ao coração.
Sempre te conheci aí. Há quantos anos?
Acabavas de aparecer. Eu não tinha uma história
para contar, nem sequer uma conta no banco
– vivia em absoluta conformidade com os frutos.
O meu tesouro era o mar, as gaivotas crepusculares
sobrevoando as areias inóspitas da minha juventude.
África não era ainda uma fotografia na estante
sob o rugoso pó da memória,
nem os meus pés de caminhante este incontrolável afluente
de águas. Quando apareceste, chovia no horizonte
das minhas palavras, pequenas e indefesas raízes
de palmeira que escondia entre os lábios
como asas doentes.
Havia uma revolução nas metáforas e nas ruas,
um presídio no diálogo político onde tombavam
de espanto as mais vulneráveis moscas da retórica.
Maquinações inflamadas transformavam, com o deleite
impune dos seus gatilhos, a rotina em caixões
sob a venerável benção internacional,
enquanto a ansiedade dos meus dedos se perfilava
ante a cor transcendente dos teus cabelos revoltos.
O peso dessa chama, isto é, a transformação
e o incêndio do amor agitavam-se na penumbra
e na fragilidade das nossas vidas.
A incerteza era uma silhueta nas ravinas.
Ficastes sentada no muro caiado
do tempo a desfiar as últimas sombras,
enquanto eu, sob o guarda-chuva de cintilações
destes anos em que o corpo se encosta ao outono,
recolho as últimas sílabas.
Maduras como maçãs,
caem desamparadas sobre o inalterável mármore
do poema.

Eduardo Bettencourt Pinto




Fotografía: Stanko Abadzic
PIEL ADOQUINADA


la ciudad nueva abre sus pliegues ante la lluvia
rasgando el asfalto y sus múltiples estratos
de ciudades imaginarias
de su vientre adormecido
las esencias de la tierra
huelen a tí desnudo
huelen a tí oscuro
huelen a tus manos
entretejiendo huellas
sobre mi piel adoquinada
en la memoria de los líquenes
cuando la humedad viajaba por dentro
y todo el calor la fecundaba


Fotografía: Willy Ronis
EL CAMINO DEL CORAZÓN



Necesitamos un camino, no para ir de aquí a allá,
sino para ir de aquí a aquí.

Jakusho Kwong


Fotografía: Frederic Bourret
UNA CASA HABITADA POR EL CIELO



Nidos hechos de saliva y de pequeñas hebras vegetales
aureolan las ventanas de mi casa en Tánger,
dónde los vencejos se refugian en el interludio de su danza con el viento.
Mi casa, ya no es una casa asentada sobre los
cimientos estáticos de lo humano,
es una prolongación del cielo,
acariciada por las plumas de estos Señores del abismo.

He podido conocer algo más de estas aves,
ya que nuestra convivencia confluye entre paredes y brisas,
y en esa intersección se despierta la curiosidad por conocer al otro,
ese que nos acompaña día a día,
independientemente de la familia animal a la que pertenezca.



Son aves especialmente adaptadas para el vuelo y se les considera los verdaderos habitantes del cielo, sus alas son largas y estilizadas y los ingenieros se han inspirado en ellas para que el humano pueda imitar a los pájaros, pero si estos seres caen al suelo, es muy dificil que puedan retomar su vuelo, ya que su estructura osea esta diseñada para vivir en las alturas.

Los vencejos pasan la mayor parte de su vida en el aire; comen, duermen y copulan volando. Únicamente se posan para poner los huevos, incubarlos y criar a sus polluelos. Permanecen en vuelo ininterrumpido durante nueve meses al año. Las crías abandonan el nido por la mañana volando súbitamente, sin necesidad de aprendizaje previo, y no retornan a el jamás. De noche, estas aves se elevan hasta los 2.000 m de altura y allí duermen, volando. Durante su sueño el aleteo se reduce de los habituales 10 movimientos por segundo a tan sólo 7. Debido a sus extraños hábitos aéreos aún se desconocen muchísimas cosas de la vida de estas aves.

Es un ave migratoria que a mediados de verano aparece por casi toda Europa, norte de África y Asia Central mientras que en invierno se le encuentra en el sur de África. En el campo, anida gregariamente en taludes pero está especialmente adaptado a los asentamientos humanos. Forma sus nidos bajo cornisas y aleros de edificios y casas. Suele ser fiel a su lugar de anidamiento; vuelve a él y lo reconstruyen cuando hace falta.
El vencejo común se alimenta de minúsculos insectos voladores, el plancton aéreo, que atrapa con su amplio pico que mantiene constantemente abierto al volar. También recoge al vuelo los materiales con los que construye el nido. En cuanto a su reproducción, son de hábito monogámico y presentan un solo periodo de reproducción al año, en las áreas de migración estival.



Fotografía: Stanko Abadzic
CORRIENTES



El camino del Tao es el camino del arroyo, se mueve como el agua, ¿Cuál es el movimiento del agua? ¿O el de un río? El movimiento tiene unas cuantas cosas hermosas. Uno, siempre se desplaza hacia lo profundo, siempre busca el nivel inferior.
Lao Tse
Fotografía: Stanko Abadzic


UN CALOR AZUL



No me buscarías si no me hubieses encontrado

San Angustín


Fotografía: Willy Ronis, Les adieux.

CLIMAS



de este frío encadenado a mi cintura
de este último espasmo del invierno
en las horas azules
se distingue la luz tímida de los brotes
mordiendo las cortezas de los árboles
y el olor a esperma de la tierra
abriendo su espesura
la vida se prepara silenciosa
y un nuevo cuerpo viene a recibir la primavera
Fotografía: Mann Sally
ALTERIDAD



Hay una creencia popular
entre los antropólogos:
que debes sumerguirte por completo
en un mundo desconocido
para llegar a comprender
el tuyo propio.



Fotografía: Edouard Boubat
PENETRAR EL MAR



la luz oblicua
incidiendo azul en el mar
penetrando
algunas pocas moléculas de agua
y todo lo demás
la oscuridad insondable de
un corazón
PENETRAR EL MAR II


"Casi todos nosotros somos impacientes. Queremos que nuestra pregunta sea respondida de inmediato o queremos escapar inmediatamente de ella o actuar inmediatamente sobre ella. De modo que somos más bien impacientes para permanecer con ella. Esta impaciencia no nos da la profundidad que implica la comprensión del problema. Mientras que si tengo paciencia, la cual no pertenece al tiempo, no siento el deseo de terminar con el problema; vigilo, observo el problema, dejo que evolucione, que se desarrolle. Entonces, gracias a esa paciencia, empiezo a descubrir la profundidad de la respuesta."


Krishnamurti
Amor, Sexo y Castidad




Fotografía: François Dupuy
GINJINHA SEM RIVAL


licor de cerezas en los labios
es el día de los enamorados
ya no está el fadista triste desgranando luces
en aquella esquina
y la calle sigue llena de borrachos
las cerezas queman por dentro
mientras pienso que fue real
tú aparecer y bebernos juntos entonces
sobre los adoquines rotos
en vasos de plástico

AMANECER EN LA PALABRA


Tus palabras caen en el papel
como los livianos esquejes de polvo
en la habitación de los amantes asombrados
por el trasluz violento abriendo la ventana.


Fotografía: Concha Prada.
Mota de Polvo a través de una lente microscópica.





LA LUZ PRODIGIOSA


Cuando dos caminos
se cruzan sin reconocerse
y unas manos ardientes
brillan a lo lejos.




LLAMA



... que nao seja imortal posto que é chama
mas que seja infinito enquanto dure.

Vinicius de Moraes

UNA TARDE DE CANTAUTOR




A CÁNTAROS

Tú y yo, muchacha, estamos hechos de nubes
pero, ¿quién nos ata?
Dame la mano y vamos a sentarnos
bajo cualquier estatua
que es tiempo de vivir y de soñar y de creer
que tiene que llover a cántaros.

Estamos amasados con libertad, muchacha,
pero, ¿quién nos ata?
Ten tu barro dispuesto, elegido tu sitio,
preparada tu marcha.

Hay que doler de la vida, hasta creer,
que tiene que llover a cántaros.

Ellos seguirán dormidos en sus 
cuentas corrientes de seguridad.
Planearán vender la vida y la muerte y la paz.
¿Le pongo diez metros, en cómodos plazos, de felicidad?

Pero tú y yo sabemos que hay señales que anuncian
que la siesta se acaba y que una lluvia fuerte,
sin bioencimas, claro, limpiará nuestra casa.

Hay que doler de la vida, hasta creer,
que tiene que llover a cántaros. 



Letra y Música: Pablo Guerrero



Fotografía: Frederic Bourret
PARAÍSO AHORA


Tu cabeza está llena de bicicletas blancas
tu corazón un tren desbocado y oscuro,
por tus venas galopan caballos alarmados,
amas el sol y el riesgo, el fuego y el futuro.

Islas hay en el tiempo dónde vivir querrías
y pueblos donde son las tareas comunes.
En la escuela se aprende a manejar cometas
y a vivir que es lo mismo lo mío que lo tuyo.

Y sales a la calle y la ciudad te niega,
y dos y dos son cuatro y mañana hace frío,
y hay una chimenea debajo de tu cama
y alguien dictando normas dentro de tu bolsillo.

Y en la pared escribes tu granada de sueños
tu estallido de nuevos horizontes auroras.
Y tu imaginación, contra la gris costumbre
pide la vida es nuestra, paraíso ahora.

Letra y Música: Pablo Guerrero



Fotografía: Sébastien Boffredo

CUANDO EL FRIO PERSISTE

Quiero hacer contigo lo que la primavera
hace con los cerezos.

Pablo Neruda



Fotografía: Edouard Boubat, Cerisier japonais.
CRONOS



Todo tiene un tiempo, una hora, un minuto, un segundo.
Un instante definitivo para ser.
Cuánto tiempo es necesario para que el brote salga definido de la tierra
y recorra su camino hacia el sol
y se convierta en flor y después en fruto.
Cuánto tiempo para aprender a tocar un instrumento.
Cuánto para calentar una habitación en el inverno.
Cuánto para cocer una olla de garbanzos
y después comérselos a la hora del telediario.
Cuánto hay que esperar en la parada al último tranvía de la noche.
Cuántos años necesita reposar el vino en la barrica de roble.
Cuánto para que un cuerpo envejezca
y las primeras arrugas se definan en las esquinas de la piel.
Cuánto tiempo para construir un puente entre dos orillas
que se miran distanciadas y se aman sin saberlo.
Cuánto para aprender un nuevo idioma.
Cuánto para cocer un pan en el horno con la leña del olivo caído.
Cuantos siglos necesita una ola para esculpir la piedra.
Y dime tú, que cronometras el viento y sus latidos,
que mides el ritmo y cuentas los pulsos invisibles dónde se respira.
Cuánto tiempo es necesario para abrir un corazón.
CORAZÓN CALIENTE






Resolución de ser feliz
por encima de todo, contra todos
y contra mí, de nuevo
-por encima de todo, ser feliz-
vuelvo a tomar esa resolución.

Pero más que el propósito de enmienda
dura el dolor del corazón.

Jaime Gil de Biedma




Fotografía: Edouard Boubat
CON LOS POROS ABIERTOS



Porque me duele, me río.
Porque estoy cansado, me despierto.
Porque dudo, investigo.
Porque tengo miedo, me atrevo.
Porque creo, pregunto.

Ilse Bing


Fotografía: Jock Sturges
ABRAZO-RAÍZ



En esta transición de los climas y las almas
abrazarte me cubre de invierno
cuando la primavera grita.




Fotografía: Marc Cito
VAHO




el frío gotea en la oscuridad de la noche
dónde se pierde tu huella humedecida
y las palabras que dejaste un día enredadas
entre las paredes de mi cuarto
caen adelgazadas por el tiempo
y es que el invierno 
lame ahora los contornos de los vidrios
en un azul que ya no es el del verano
y todo parece frágil como la escarcha suspendida
en la noche vernácula
cuando el beso dejó párvulo paso al vapor 
en mi boca



CINEMATECA




F: (...) es un gran poeta, siendo muy joven amó a una mujer y se casaron, al cabo de un tiempo, cuando él estaba en la guerra recibió la noticia de que su mujer había contraído la viruela y estaba deformada, sabido esto, Al-Jumeini dijo: "Me duelen los ojos" y después: "Me he quedado ciego", después de doce años, cuando su mujer murió, él reabrió los ojos.
A: No es posible, para evitarle el dolor a su mujer ¿se hizo pasar por ciego durante doce años?
F: Cada persona es un abismo, da realmente vértigo mirar hacia dentro...

De la película: El Tigre y la Nieve. Roberto Benigni, 2005.


Fotografía: Eva Rubinstein
ENCUENTROS CON UNA PIEL




Los cuerpos se quedaban del lado solitario del amor
como si uno a otro se negasen sin negar el deseo
y en esa negación un nudo más fuerte que ellos mismos
indefinidamente los uniera.

¿Qué sabían los ojos y las manos,
qué sabía la piel, qué retenía un cuerpo
de la respiración del otro, quién hacía nacer
aquella lenta luz inmóvil
como única forma de deseo?

Jose Ángel Valente



Fotografía: Edouard Boubat
AMOR MÁS PODEROSO QUE LA VIDA




La misma calidad que el sol de tu país, 
saliendo entre las nubes: 
alegre y delicado matiz en unas hojas, 
fulgor de un cristal, modulación 
del apagado brillo de la lluvia. 

La misma calidad que tu ciudad, 
tu ciudad de cristal innumerable 
idéntica y distinta, cambiada por el tiempo: 
calles que desconozco y plaza antigua 
de pájaros poblada, 
la plaza en que una noche nos besamos. 

La misma calidad que tu expresión, 
al cabo de los años, 
esta noche al mirarme: 
la misma calidad que tu expresión 
y la expresión herida de tus labios. 

Amor que tiene calidad de vida, 
amor sin exigencias de futuro, 
presente del pasado, 
amor más poderoso que la vida: 
perdido y encontrado. 
Encontrado, perdido...


Jaime Gil de Biedma
LAS MANOS DEL JARDINERO



Las manos del jardinero conocen a la tierra como al vientre de la mujer,
conocen sus senderos húmedos y oscuros
y pueden perderse sin recelos entre su profundo vacío.
Las manos del jardinero se ensucian continuamente
y por debajo de sus uñas se resguardan las esporas,
que esperan en momentos distraídos para caer entre los cuerpos entrelazados.
Las manos del jardinero son agrestes y tienen el color de los olivos centenarios,
trabajan con paciencia y transmutan los paisajes con el acento del sol,
diríase que conocen todos los trucos de magia,
para hacer brotar de la nada extraños amaneceres.
Las manos del jardinero conocen los ciclos naturales,
los ritmos y silencios de los suelos
y el lenguaje secreto de las nubes.
Construyen utopias vegetales en los días mas ácidos del invierno
y la primavera, cuando llega, les susurra nuevas vías para el sueño.
Las manos del jardinero desnudan las viejas pieles de sus troncos añejos,
como los amantes hacen a veces en los tránsitos de los climas.
Cuentan con la paciencia para ver crecer las cosas que hasta hace poco
eran casi nada, invisibles voces que susurraban dentro.
Y tienen la fe de los alquimistas en la Vida.
Las manos del jardinero conocen las medidas justas de agua y de sol,
los tiempos propicios para esa poesia.
Y sus palabras favoritas son: podas, injertos, deseo, brotes, esquejes y riegos.
Ya han sido heridas en ocasiones por las espinas de alguna rosa,
y esas marcas se vislumbran a veces como cicatrices luminosas entre los dedos,
y eso no evita poder dejar de amar y volver a sentir en las manos la áspera llama.
La ternura termina floreciendo repetidamente entre la carne y el hueso,
en el verdor sostenido por las manos del jardinero.
DESPUÉS DE LAS LLUVIAS UN VERDOR



Yo sembraré mi voz en la carne del viento
para que nazca un árbol de canciones;
después me iré soñando músicas inaudibles
por los ojos sin párpados del llanto.
Colgada sobre el cielo dolido de la tarde
habrá una pena blanca, que no será la luna.
Será una fruta alta, recién amanecida,
una fruta redonda de palabras
sonoras, como un canto:
maravilla sonámbula de un árbol
crecido de canciones, semilla estremecida
en la carne florecida del viento:
-mi voz.
Franklin Mieses Burgos


Fotografía: Taras Kuszczynski
MÚSICO BAJO LA LLUVIA



Hace ya varios días que espero a la lluvia,
hay signos, oráculos y señales 
y algún olor transparente que nace indómito de los suelos 
incluso aquí en la ciudad,
premoniciones después de los telediarios
y el nuevo canto de los pájaros
volando excitados sobre los tejados quebrados de las calles
y en los pocos árboles que quedan ya en las avenidas
tiemblan también sus hojas esperando con el aire.
Los cristales de las ventanas de mi casa piden ser lamidos, 
agujereados por las lentes espesas y suspensas
y las paredes desconchadas de mi cuarto 
dibujan intensas flores de humedad.  
Pero nada, 
y el jardín continua huérfano
aunque yo permanezco oteando hacia arriba,
vigilando los tonos y los cambios cromáticos del cielo 
en su viaje hacia la densidad madura,  
esperando en mi piel el soplido de esa primera brisa que 
se levanta anunciadora cuando llega la hora 
y el casi imperceptible aunque rotundo silencio del preludio.

Mientras tanto, sólo puedo escuchar la afinación de los instrumentos 
en el latido de un corazón desafinado.

Será que aún hace falta recolectar todas las lágrimas del otoño?



Fotografía: Robert Doisneau
EL OFICIO DE SER NUBE



Peregrinar pacientemente en círculos 
Dibujar en el aire con vapores calientes 
y reinventar así los cielos
Ocultar el sol en días cercanos al invierno, 
cuando se presiente la tierra abrirse en bostezo perezoso
Viajar ligera de equipaje 
y conocer de cerca el vuelo de los pájaros 
Aprender a no dejar huellas 
Vestirse con aguas deshilachadas
Conocer la tierra con desapego y amarla
Llorar
Convertir la luz en prisma errático 
Poseer una personalidad camaleónica
Jugar y no tener hora para volver del recreo
Conocer el Teatro de Sombras  
Tener sueños húmedos y despertar bien mojada
Ser la amiga de los jardineros
Aprender a perder el miedo a perderse 
No tener problemas de peso
Ser nómada y no pagar billete de viaje 
Transformar la tristeza en algo fértil
Ser amante del viento y
parir sobre las ciudades y campos
un pedazo de mar.



LA VIDA EN EQUILIBRIO



En el atardecer, después de la lluvia,
el sol acariciaba las piedras de la antigua ciudad
de una especial manera,
con un profundo y limpio amor.
Y al mirarnos supimos que
éramos conscientes de aquel minuto prodigioso,
de aquella intensa belleza inestable.
Eloy Sánchez Rosillo


Fotografía: Willy Ronis
FRIO AL AMANECER


Recuerdo el frío del amanecer, los círculos de los insectos sobre las tazas inmóviles, la posibilidad de un abismo lleno de luz bajo las ventanas abiertas para la ventilación de la enfermedad, el olor triste de la sosa cáustica.
Pájaros. Atraviesan lluvias y países en el error de los imanes y los vientos, pájaros que volaban entre la ira y la luz. Vuelven incomprensibles bajo leyes de vértigo y olvido.
No tengo miedo ni esperanza. Desde un hotel exterior al destino, veo una playa negra y, lejanos, los grandes párpados de una ciudad cuyo dolor no me concierne.
Vengo del metileno y el amor; tuve frío bajo los tubos de la muerte. Ahora contemplo el mar. No tengo miedo ni esperanza.
Eres sabio y cobarde, estás herido en las mujeres húmedas, tu pensamiento es sólo recuerdo de la ira.
Ves la rosas temibles. Ah caminante, ah confusión de párpados. Hay una hierba cuyo nombre no se sabe; así ha sido mi vida.
Vuelvo a casa atravesando el invierno: olvido y luz sobre las ropas húmedas. Los espejos están vacíos y en los platos ciega la soledad. Ah la pureza de los cuchillos abandonados.
Amé todas las pérdidas.
Aún retumba el ruiseñor en el jardín invisible.

Antonio Gamoneda


Fotografía: Elliot Erwitt

LUNA MENGUANTE

He vuelto a ver anochecer
de mil formas distintas
en mil formas de amar.

Quise volver a descubrir
las canciones más peligrosas
en tus ojos de otoño.

Miénteme hasta hacerme feliz
miénteme hasta verme llorar
miénteme con mentiras prohibidas
miénteme como tú sabes

Y como ves
aún sigo aquí
contando nubes de ázucar
partiendo un corazón.

Después del sol
después de ti
después de vidas robadas
después de mucho después.

Como mentiras en lunas de miel
como aeropuertos por estrenar
como el nombre de un engaño tatuado en el pie
como un collar de lunas.

Perdóname
perdóname he nacido para verte reir
y no lo he conseguido.

Diego Vasallo
Collar de lunas en
Canciones de Amor Desafinado


Imagen: Tim Burton
AUTUMN SOUL



Mi manera de amarte es sencilla:
te aprieto a mí
como si hubiera un poco de justicia en mi corazón
y yo te la pudiese dar con el cuerpo.
Cuando revuelvo tus cabellos
algo hermoso se forma entre mis manos.
Y casi no sé más. Yo sólo aspiro
a estar contigo en paz y a estar en paz
con un deber desconocido
que a veces pesa también en mi corazón.
António Gamoneda
Fotografía: Robert Doisneau
CORAZÓN (de piedra) I



caminando hoy sin mis zapatos he podido sentir
el corazón caliente de las piedras
latiendo secretos
dentro de mí
CORAZÓN II



Gracias te doy, corazón mío,
por no quejarte, por ir y venir
sin premios, sin halagos,
por diligencia innata.
Tienes setenta merecimientos por minuto.
Cada una de tus sístoles
es como empujar una barca
hacia alta mar
en un viaje alrededor del mundo.
Gracias te doy, corazón mío,
porque una y otra vez
me extraes del todo,
y sigo separada hasta en el sueño.
Cuidas de que no me sueñe al vuelo,
y hasta el extremo de un vuelo
para el que no se necesitan alas.
Gracias te doy, corazón mío,
por haberme despertado de nuevo,
y aunque es domingo,
día de descanso,
bajo mis costillas
continua el movimiento de un día laboral.

Wislawa Szymborska
PIEDRA SAGRADA



con los ojos cerrados recorro a tientas
un dolor como de parto,
lo sé porque un aullido silencioso recorre
mi cuerpo de loba
y se abre en dos por el oceáno rojo
que las entrañas vacías navegan

pagando una deuda de amor
fui a pedir calor a la noche desierta
al azul del hielo
a los puentes caidos

si hoy las piedras me hablaran
creo que hasta llorarían con su duro corazón
cantos rodados,
una voz de tierra antigua
CUANDO LAS NUBES TRAEN LLUVIA




(...)
Ahora, la ciudad y las calles vacías,
la lluvia en los paraguas y el temblor de las manos, pero allí,
bajo la misma luz, alguien está bailando.
No han llegado los años que estaban por venir.

Nunca, no se termina nunca
ni la fiesta ni el mundo.

José Luis Piquero


Fotografía: Isabel Muñoz
HSIEN: El influjo (el cortejo)

Un influjo está a punto de suceder, un acontecimiento inesperado que desafiará nuestra estabilidad interior.


El estado de nuestra mente y la actitud de nuestro espíritu afectan a todo el universo [...]. En la filosofía china se dice que el menor movimiento de una mano mueve moléculas hasta el final del universo. También es verdad que el menor cambio en nuestra actitud interior afecta a aquellos con los que estamos conectados, por lejos que se encuentren. ¿No tendríamos entonces que tener cuidado con nuestros pensamientos más íntimos?

IChing


LA SOLEDAD DEL PESCADOR



Toda soledad es creativa cuando te sientes unido a la vida y la existencia. De hecho, si cambias de orden las palabras: la soledad es la edad del sol, un tiempo de claridad personal cuando eres tu mejor amigo.

Guillermo Ferrara


Fotografía: Jean Loup Sieff
ESCUCHAR POR DENTRO

Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo asuma tú también habrás de asumir,
pues cada átomo mío es también tuyo.
Vago al azar e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo sobre la tierra,
para contemplar un tallo de hierba.
Mi lengua, cada molécula de mi sangre formada por esta tierra y este aire.
Nacido aquí de padres de cuyos padres nacieron aquí y
cuyos padres también aquí nacieron.
A los treinta y siete años de edad, gozando de perfecta salud,
comienzo y espero no detenerme hasta morir.
Que se callen los credos y las escuelas,
que retrocedan un momento, conscientes de lo que son y
sin olvidarlo nunca.
Me brindo al bien y al mal, me permito hablar hasta correr peligro.
Naturaleza sin freno, original energía.



WALT WHITMAN


Fotografía: Fernando Manso
CINE MUDO


te has ido bajo la lluvia cayendo lentamente
rodando entre los tejados
refrescando con su canto la mañana
y yo, con la boca enterrada
por las flores del otoño
muda con el cuerpo y
la palabra
aspiro el brillo de tus pasos
con el eco de tu alma
en aquel cuarto con ventana
Fotografía: Isabel Muñoz
40ºc



entre los vapores silenciosos del verano
recuerdo mi cuerpo vestido
con otro cuerpo
un calor líquido nacía indómito
navegándome
todo el mar cabiendo
dentro de mí
Fotografía: JeanLoup Sieff